Mis carreras favoritas

Las olimpiadas de Seoul 88 fueron mis olimpiadas. Es decir, evidentemente no acudí, pero fueron las primeras que me tuvieron pegado al televisor durante 15 días. Día y noche. Más noches que días, pues con el desfase horario las finales de atletismo coincidían siempre a partir de las 2 de la mañana.
También me enganché a los partidos de basket, la natación y, ¡cómo no!,  la gimnasia deportiva (que duelo aquel entre Daniela Silivas y Yelena Shushunova).

Tengo en algún lado de la videoteca la gran mayoría de las pruebas de atletismo grabadas. El "caso Ben Johnson" y "Flo Jo" eclipsaron la totalidad de las pruebas, pero no me puedo olvidar de varios acontecimientos que quedaron grabados en mi retina.

La primera finalista olímpica española en atletismo, Mayte Zúñiga en 800. El duelo en la altura masculina con un triple empate. Paula Iván y Tatiana Samolenko en el 1500 y el 3000. Mis añorados Salvatore Antibo y Francesco Panetta en el 10.000 y los 3000 obstáculos. Gelindo Bordín en la Maratón. John Ngugy, Peter Rono, las alemanas Wodars y Watchel...

En fin, muchos momentos que 21 años después los tengo frescos en la memoria.

Pero hay uno que todavía reviso por su calidad y por el impacto que tuvo sobre un adolescente de 14 años que se iniciaba en esto de gastar zapatilla. Todos queríamos ser Paul Ereng y tener ese cambio final.

Para ponernos en antecedentes, veníamos de una época en la que el mediofondo había estado dominado por el gran Said Aouita. El marroquí, aquejado de una lesión, abandonó el 5000 y decidió inscribirse en el 800 y en el 1500 con la idea de un doblete histórico. 

En la final se encontraba un inglés, Peter Elliot, en gran forma como demostraría días después con una plata en el 1500. Dos brasileños, Cruz y Barbosa. Dos keniatas, Kiprotich y Ereng. El americano Gray y el Italiano Sabia.

Los españoles Trabado y De Teresa habían quedado eliminados en cuartos de final junto al inglés Steve Cram.

En las semifinales se habían impuesto los keniatas pero la vitola de favorito la tenía el vigente campeón olímpico Joaquím Cruz, que por lo visto en las series anteriores, llegaba en un estado de forma óptimo.

Pero la carrera discurrió fuera del guión previsto. Tomó la cabeza Kiprotich en vez de Barbosa o Cruz e impuso un ritmo endiablado por el 400 (49"5). Ereng se mantuvo en las últimas posiciones hasta que a falta de 250 metros inició una remontada espectacular que lo llevó a imponerse holgadamente. Plata fue Cruz y bronce Aouita, dando muestras de su gran versatilidad desde el 800 hasta el 10.000.

1.ERENG Paul KEN 1:43.45
2.CRUZ Joaquim Carvalho BRA 1:43.90
3.AOUITA Saïd MAR 1:44.06
4.ELLIOTT Peter GBR 1:44.12
5.GRAY Johnny Lee USA 1:44.80
6. BARBOSA José Luiz BRA 1:46.39
7.SABIA Donato ITA 1:48.03
8.KIPROTICH Nixon KEN 1:49.55