sábado, 21 de noviembre de 2009

El gremio del trofeo y la presea




En mi casa siempre hubo trofeos y medallas. Desde que tengo uso de razón recuerdo que encima del vetusto mueble del "cuarto de estar" se disponían en perfecto orden una serie de trofeos que siempre despertaron mi curiosidad. De vez en cuando, veía al "pater familias" dándole duro al algodón y al sidol hasta que volvían a resplandecer, aunque siempre había alguno que se resistía a abandonar la herrumbre y quedaba amarillento para siempre.

Mi primer trofeo lo guardo como oro en paño. Fue totalmente inesperado. Una "Vuelta a la Coruña" del año 87, de aquellas que salían de la sartén de la Torre de Hércules y discurrían por la zona del puerto hasta volver al punto de origen. La tengo grabada en la mente a sudor y fuego. La preparé el día anterior corriendo unos 5' con mi amigo Héctor dando unas vueltas al redondel de adormideras, un macrociclo completo diría Matveiev. Las agujetas duraron 5 días. Dolor, mucho dolor. E, inesperadamente, una semana después, me llamaron por teléfono para decirme que había quedado en tercera posición en categoría infantil. ¡Que sorpresa!. Y que orgulló llegar a casa y decirle al viejo que yo también tenía un trofeo para lucir en la vitrina. En este caso del salón, pues  el paso de los años dotó a los trofeos de un "santuario" en condiciones.

Más adelante,  fui acaparando algún que otro trofeo más. También medallas a decenas. De todo tipo. Provinciales, gallegas, nacionales, internacionales. Cuadradas, redondas, triangulares. Livianas, pesadas, bonitas, feas...

Y a que viene todo ésto. Pues simplemente a que hoy, por decir uno de tantos días, pasé gran parte de la tarde a escasos metros de un trofeo que ponía en la placa "Trofeo Reina Sofía a la mejor deportista española del año". Así, como si nada. Jugando con dos niñas encima a leer cuentos y a pintar frutas de colores en una libreta.

Hay trofeos y Trofeos y de éllo sabe mucho mi buen amigo José Antonio Ramírez, presidente del "Gremio del Trofeo y la  Presea" en Galicia.

Saludos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Excéntrico




Un forero peculiar perturba con sus desmanes un foro galaico y atlético que frecuento.

Pues voy a fusilar de la wiki ( arriesgado que es uno) un extracto que define a uno de mis intérpretes favoritos:

"Excéntrico y encantador, se presentaba a los conciertos con mitones, abrigo, bufanda independientemente del calor que hiciera, con una desvencijada silla de madera con respaldo y casi sin asiento, con las patas recortadas que hacía que le quedara la nariz a la altura del teclado. No es raro escuchar su voz cantando durante las grabaciones. Dotado naturalmente de una técnica sorprendente, sus grabaciones son un referente musical para todo músico. Poco más de veinte años después de su muerte, exámenes científicos le diagnosticaron el síndrome de Asperger. Muchas personas con este desorden creen que Gould lo tenía. La pequeña silla que utilizaba le identifica fielmente y tiene un lugar de honor en una vitrina en la Biblioteca Nacional de Canadá."






viernes, 13 de noviembre de 2009

Mamma mía. 2ª Parte.







Un día, hablando con P.T en su despacho de Bastiagueiro, conversábamos sobre la similitud entre un gran fondista gallego de los últimos 20 años y el gran fondista italiano Alberto Cova. Recuedo que el tema salió a raíz de que el primero tenía la costumbre de dejar toda la ropa de calentamiento colocada de manera minuciosa antes de competir, como si fuese un ritual. Y de ahí surgió el tema de la elegancia en el correr, tanto técnica como estética.

A Alberto Cova no se le descolocaba ni un pelo del cabello ni del bigote a lo largo de las 25 vueltas que tenía que dar  a la pista. Debía de ser el único que no sudaba la camiseta, en el sentido literal. Acababa impoluto. Todo corrección. Al contrario que su compañero Antibo, que se desgañitaba sobre la pista.

Alberto Cova ,además, consiguió la triple corona. Ganó el Europeo de 1982, el Mundial de 1983 y las Olimpiadas de 1984. Vaya fiera. Cacho no lo logró por poco.

También fue plata en el Europeo del 86, famoso por el triplete italiano:  Mei, Cova, Antibo

Disfrutemos viendo un poco su trayectoria.

Saludos.



En este vídeo sus triunfos de forma correlativa. 1982, 1983 y 1984



Y aquí el triplete de 1986.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Mamma mía

 



Hubo un tiempo en que los italianos dominaron la maratón. Y no hace tanto.
Los que llevan poco en esto de gastar suela tienen presente  la imagen  de Stéfano Baldini imponiéndose en Atenas  2004, con la anécdota del brasileiro Da Silva que dio la vuelta al mundo. Pero si nos remontamos 18 años en el tiempo, hasta 1986, descubriremos que ya de aquella se empezaba a gestar una etapa de dominio italiano en los 42 km. que quedaría marcada en los anales del atletismo.

Se celebraba el Campeonato de Europa en Sttutgart y, en la prueba de maratón, dos italianos iban a copar las dos primeras posiciones del podio. Oro, Gelindo Bordín y plata, Orlando Pizzolato.
Un año después, en lo Mundiales de Roma, Gelindo demostró que no había sido un golpe de suerte su actuación y se hizo con el bronce en su país, cimentando lo que sucedería al año siguiente en tierras coreanas.

Octubre de 1988, Seoul. Sin salir de favorito en los pronósticos, Gelindo Bordin se convierte en el primer campeón olímpico italiano en la prueba de maratón. Los africanos Wakiihuri y Salah le acompañan en el podio de la misma manera que él les acompañó el año anterior en el tercer escalón.

Según cuentan las crónicas de la época

"Con poco más de 2 kilómetros para llegar a meta parecía que la historia de los campeonatos de Roma se repetiría en los Juegos Olímpicos de Seul, Gelindo Bordín se quedó ligeramente descolgado de los dos corredores africanos que tomaron un poco de ventaja. Pero, sorprendentemente a falta de un kilómetro para la línea de meta, el italiano aceleró increíblemente el ritmo y acabó superando a Wakiihuri y Salah, llegando el primero a la línea de meta del estadio olímpico de Seúl."

En el año 1990 se celebró en Split (Croacia) el Campeonato de Europa y los italianos repitieron el doblete de cuatro años atrás. De nuevo se impuso Gelindo Bordín, consiguiendo su segundo entorchado europeo y siendo acompañado en el podium por otro transalpino, Giovanni Poli.

Bordín, Pizzolato, Poli, Golfi, Leone, Bettiol, Módica y, por supuesto, Baldini, formaron parte de la mejor generación de maratonianos italianos.

Cuatro años después fueron reemplazados por una generación de atletas latinos que marcaría otra época...
Pero eso será otra historia.


Gelindo imponiéndose en Split 1990



Baldini. Atenas 2004





Bordin reaparece 20 años después de su oro olímpico. 3h 05' 27''

jueves, 5 de noviembre de 2009

Setas de temporada

Chove abondo y eso es bueno para el campo. También es bueno para los buscadores de setas.



En la foto vemos níscalos y boletus pinícolas sin su tallo. El motivo de que esten así dispuestos no es otro que intentar que se sequen un poco. Es uno de los grandes males de las setas en Galicia, el exceso de agua.

En estos días ya empiezan a aparecer las setas de más calidad y en abundancia. En menos de una hora recogí las que aparecen en la foto pero tuve que desechar los tallos porque estaban encharcados. Venían a ser unos dos kilos que, una  vez limpios, se quedaron en más o menos medio kilo de deliciosas setas para saltear en la sarten con pollo de corral y un toque de salsa de soja.

Esta semana fui dos veces, otra vez al concello de Guitiriz, y he de reconocer que hacía años que no veía tantas setas comestibles en el campo. Boletus, xerocomus, suillus, cantarellus por cientos, macrolepiotas, agaricus, coprinus, etc. Hasta los níscalos, que otros años casi ni los olí, aparecieron inesperadamente al lado de la antigua nacional VI. Ya tengo el sitio marcado para otras ocasiones.






Por otro lado, tampoco me puedo quejar de la recolecta de nueces y sirva una imagen para corroborarlo.






Saludos

lunes, 2 de noviembre de 2009

Carros de Fuego

                                        
                                         
                                                          Que gran final.








                                 The new Jerusalem                   
              William Blake (1757-1827)

And did those feet in ancient time

Walk upon England's mountains green?

And was the holy Lamb of God

On England's pleasant pastures seen?

And did the Countenance Divine

Shine forth upon the clouded hills?

And was Jerusalem build here

Among these dark Satanic Mills?

Bring me my bow of burning gold!

Bring me my arrows of desire!

Bring me my spear! O clouds, unfold!

Bring me my charriot of fire!

I will not cease from mental fight,

Nor shall my sword sleep in my hand

Till we have built Jerusalem

In England's green and pleasant land.





La nueva Jerusalén


¿Y caminaron antiguamente esos pies
Por las verdes montañas de Inglaterra?
¿Y fue el sagrado Cordero de Dios
Visto en las plácidas praderas de Inglaterra?
¿Y brilló el semblante divino
Sobre nuestras nubladas colinas?
¿Y se construyó Jerusalén aquí
Entre estos oscuros Molinos Satánicos?


¡Traedme mi arco de oro ardiente!


¡Traedme mis flechas de deseo!


¡Traedme mi lanza! ¡Oh nubes, abríos!


¡Traedme mi carroza de fuego!


No cesaré en mi lucha mental,
Ni dormirá mi espada en mi mano
Mientras una nueva
Jerusalén no hayamos construido
En la verde y placentera Inglaterra.


Dedicado a T. R

domingo, 1 de noviembre de 2009

13.00.84








Las grada estaba llena hasta los topes. La grada de preferencia, la de meta, la que te permitía ver las pruebas con nitidez sin que se cortara media pista por motivos futboleros, era un estruendo de acompasados golpes contra las planchas de publicidad de unas manos ávidas de récord.

Había que esperar a que cesara el nordeste, el contínuo nordeste que creaba en el estadio un efecto remolino. El famoso "efecto remolino" de riazor que hacía que soplara viento en contra en toda la pista.
Y el viento cesó, como todos los días a partir de que el sol se iba apagando por el monte de San Pedro.

Hasta ese momento, la tarde nos había deparado carreras muy interesantes. Gónzález había cabalgado sobre la pista para realizar la mejor marca del año. Tiacoch casi pone una pica en Flandes en el 300. El senegalés Dia Ba, el venezolano Wuike, Cristina Pérez, Lilly Leatherwood, Asunción Sinovas.

Y esperábamos devorando pipas facundo en paquetes de 50 pesetas, aquellos paquetes que te duraban varias horas y en los que, de vez en cuando, te encontrabas en vez de pipa un palo amargo que escupías con repugnancia.

46 míseras centécimas. Menos de un suspiro.

El enviado de Alá se deslizó por la calle uno como nunca nadie lo hizo. Las liebres no fallaron. Zabaleta pasó el mil en 2'35'', Fethi Baccouche el 2000 en 5'14'' y lo acompañó hasta que no pudo más al paso del 2800. Luego, Saíd peleó contra sí mismo. Peleó contra la ausencia de cronos de referencia. Y con una última vuelta en 56", acabó a unas míseras 46 centésimas.

El tiempo oficial tardó en salir. Es más, nos fuímos para casa con la incertidumbre pero los perros viejos del cronómetro ya sabían que no había podido ser.

En una esquinita de España, en una pista que debió de declararse monumento atlético de la humanidad y el fútbol la engulló, tuvimos al más grande hasta el momento, dándolo todo. Y yo, por suerte, pasaba por allí.


6 de agosto de 1986, Estadio de Riazor. Said Aouita.13.00.84

PD: Un tal Alejandro Gómez llegó en 6ª posición con 13' 42" 16, batiendo el récord de España junior de 5000. Da la casualidad de que ,23 años después, sigue vigente.

Saludos